Reportaje al subinterventor del IOSPER Ricardo García
El proyecto para transformar el IOSPER en la nueva Obra Social de Entre Ríos (OSER) ha encendido una discusión de alto voltaje político y social. Mientras en la Legislatura avanza el tratamiento, el subinterventor Ricardo García dialogó con Palabras Cruzadas (FM Litoral) y explicó los cambios introducidos, defendió el espíritu de la reforma y cuestionó duramente a los sectores que —según él— usan el miedo como herramienta política.
“Se han agitado banderas falsas. No hay privatización, no hay copago por hijos, no hay pérdida de derechos. Lo que hay es una pérdida de poder para algunos sectores que se beneficiaron del sistema por décadas”, disparó García.
Según explicó el funcionario, las modificaciones recientes del proyecto fueron propuestas a partir del trabajo conjunto con legisladores, gremios y actores del sistema de salud, y buscan garantizar de forma explícita tres principios fundamentales:
La solidaridad del sistema,
La continuidad laboral del personal, y
La prohibición absoluta de gerenciamiento privado.
También aclaró que, aunque el equipo interventor no participa directamente del proceso legislativo, han colaborado activamente con informes, documentación y exposiciones ante comisiones, junto al interventor Mariano Gallego.
Qué se modificó
Solidaridad garantizada: se incorporó en el texto que ningún afiliado pagará más por tener hijos o familiares a cargo.
Aporte proporcional sin beneficios diferenciados: el que más gana, más aporta, pero todos tienen acceso al mismo nivel de prestaciones.
Privatización prohibida: se agregó un artículo que prohíbe explícitamente la cesión del gerenciamiento a empresas privadas.
Empleo asegurado: se garantiza que todos los trabajadores del IOSPER pasarán automáticamente a OSER, con sus derechos intactos.
“Tuvimos que explicitar lo obvio para frenar una campaña que buscaba asustar a la gente.
Nadie va a tener que pagar más ni va a perder cobertura. Solo se terminan privilegios de algunos gremios sobre el resto”, aseguró.
El corazón del conflicto: ¿Quién controla?
El aspecto más sensible del proyecto es la nueva composición del directorio. García no esquivó la crítica:
“Históricamente el directorio era un microclima corporativo. Siete representantes, cada uno defendiendo su propio agrupamiento. ¿Pero qué sentido tiene eso si el afiliado es uno solo, sin importar si es docente, policía o jubilado?”
El nuevo esquema reduce ese «modelo macrocefálico» y plantea que el Estado provincial tenga un rol activo, al ser el principal financiador del sistema.
“El Estado aporta el doble que los trabajadores, y ese dinero sale del Tesoro Provincial. ¿Por qué no debería estar al frente de una obra social que paga con los recursos de todos los entrerrianos?”
También sostuvo que el modelo actual invisibiliza a la mayoría:
“Siete de cada diez trabajadores no están sindicalizados, y sin embargo sus intereses han sido ignorados en el viejo esquema”.
“Cambiar el nombre no es un maquillaje”
Sobre el cambio de denominación de IOSPER a OSER, García fue claro:
“No es un cambio cosmético. Es una señal política y cultural. Se marca un antes y un después. Comienza una nueva etapa con reglas claras, con transparencia y representación proporcional”.
Y remató:
“La salud no se administra con slogans. Se gestiona con profesionalismo. El sistema de salud hoy exige decisiones serias, no romanticismo sindical”.
La discusión recién comienza. El proyecto sigue en debate en la Legislatura, pero lo que está claro es que el futuro de la atención médica de más de 300.000 entrerrianos está en juego. Y, como advirtió García, “esta vez, la salud no puede quedar rehén de disputas gremiales ni de intereses corporativos”.
Fuente: Palbras Cruzadas / FM Litoral