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Análisis sobre la naturaleza de la crisis

Por Alejandro Di Palma

Se llama régimen transitorio, o solamente “transitorio”, a aquella respuesta de un sistema o evento que se extingue en el tiempo, en contraposición al régimen permanente, que es la respuesta que permanece constante en el tiempo.

Hemos asumido como un “lema matemático” que los efectos del COVID serian “transitorios”, por ese motivo sin considerar que los años previos al inicio de esta pandemia que derrumbo nuestras ventas, fueron un desastre en términos de actividad económica, fijamos como meta alcanzar los valores comerciales del inicio de la pandemia declarada (febrero 2020).

No hay certezas ni garantías de éxito, en una pandemia que tiene a todos los países haciendo pruebas en tiempo real y cada día aparecen mayores dificultades. En ESTE escenario y en OTRA demostración acabada de torpeza infinita, nuestro Sector ha aceptado la finalización de este drama sanitario, casi por decreto.

LA PREVIA – un escenario decadente

Es que la vida comercial de nuestras PYMES no sucede en un limbo ahistórico sino en un contexto real y concreto, vivimos hasta hace poco, un periodo de falso milagro económico, un periodo que fue el hábitat perfecto para que las Empresas Petroleras realizaran inversiones(¿cuáles?) y obtuvieran rentas extraordinarias de la mano de un sendero de dolarización planteado en una planilla Excel, en ese mismo periodo en el que fue inducida una recesión colosal que derrumbo nuestras ventas hemos visto como nuestra matriz de costos se disparó de la mano de ofertas laborales absolutamente irreales (aumentos salariales extravagantes) y exigencias de parte de las Petroleras que realmente NO tenían ninguna justificación y por ende resultaron caprichosas (la lista de ejemplos sería demasiado larga).

Estas acciones caprichosas y distorsivas fueron aceptadas y justificadas, a través de una “ignorante versión unilateral” del negocio Petrolero que dejo, en el límite de la existencia, a la gran mayoría de nuestras PYMES sin importar que tarde o temprano la alianza que permitió esa perversión se deterioraría.

Ese fue el preludio de la actual NUEVA crisis, una crisis mucho más poderosa y que hasta el momento hemos transcurrido permitiendo al resto de los eslabones de la cadena de valor, pretender una normalidad que el mundo NO ENCUENTRA.

LA ACTUALIDAD – ¿fenómeno transitorio?

Es que realmente hemos aceptado como cierto, el que este desastre económico inducido por la pandemia sería solo un FENOMENO TRANSITORIO, es decir un drama a sostener durante un corto periodo de tiempo, durante el cual, reiterando conceptos, las empresas petroleras mantuvieron sus exigencias comerciales, las distribuidoras de Gas y Energía Eléctrica NI SIQUIERA aceptaron reducir los distorsivos cargos fijos, los sueldos se pagaron en su totalidad y la plantilla de empleados fue la misma, es decir sostuvimos casi (ATP) a cargo nuestro la ilusión de pleno empleo, la carga impositiva resulto invariante junto con sus vencimientos, la moratoria fiscal se extinguió en un gesto absurdo el pasado 31/06/2020, los Estados Subnacionales se desentendieron de toda problemática fiscal y se dedicaron a “cazar en el zoológico”, exigiendo libre deudas aún para rehabilitar nuestros comercios, los Sindicatos, las ART, etc. finalmente se lanzaron a intimar la cancelación de las deudas impagas más los intereses correspondientes, el gobierno Nacional por acción u omisión abono el camino para que las empresas Petroleras y/o Comercializadoras de Gas fijaran el precio en PIST vinculado a la Nafta Super y que en OTRO arrebato caprichoso y SIN PRECEDENTES ofrecieran contratos de provisión de GAS con tres años de duración y…. nuestras representaciones (Cámaras) se desinteresaron de evitar el cobro de las cuotas compulsivas que son, como sabemos, un porcentaje de la masa salarial total.

Esta última mención respecto de las Cámaras que pretenden representarnos, se conjuga con el silencio ante la tremenda realidad que tenemos que vivir las PYMES del Sector y que completa el actual cuadro de situación.

Luego, todo lo anterior se suma al hecho de haber transcurrido un año y nos encontramos en la antesala de una segunda ola pandémica que amenaza a nuestro país con una mayor dureza, concepto que surge inclusive de la simple observación del resto del mundo.

Deviene relevante e indispensable cuestionar la naturaleza “transitoria” de este desastre que resulta tratarse ya casi probablemente de un fenómeno de “régimen permanente”.

Transitivamente es necesario el reclamo cierto y contundente de “remedios serios e inmediatos” para esta “enfermedad” que nos afecta a las PYMES, resulta indispensable: una renta de emergencia que permita la subsistencia de casi el 70% de las Estaciones de Combustibles Líquidos que no alcanzan el punto de equilibrio, así mismo la inclusión de la materia prima (Gas Natural) en los cuadros tarifarios que permita ofrecer certeza al conjunto del Estaciones de GNC que fueron tremendamente castigadas, estas dos cuestiones, son como mínimo, una necesidad imperiosa.

Transcurrir la crisis sin representación

Vemos con pesar, que la Política Dirigencial que defiende nuestros intereses colectivos, hace años dejó de ejercerse con solvencia, es triste pero hoy sus actores solo representan distintos grupos de presión que, lejos están de coincidir con las necesidades de nuestras PYMES.

Está claro que hay una negación de la Dirigencia de vernos como pares y un desprecio por el caído (la mayoría de nuestras PYMES) que es casi esencial al goce del vencedor.

De manera que, muy a pesar de la pretensión de nuestros Dirigentes, la realidad puede ser modelada, interpretada, relatada, etc… pero nunca negada.

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