Hace un tiempo, los gobernadores vienen pidiendo al gobierno nacional para que les coparticipe el impuesto País.
Tras el retiro del paquete fiscal (se tratará más adelante) los gobernadores ven con cierto escepticismo llegar a materializar la promesa de Guillermo Francos de avanzar con el pedido a cambio de un acompañamiento a la ley bases.
Confiamos en el apoyo de legisladores y gobernadores de todas las fuerzas políticas para darle a las provincias un alivio en medio de este ajuste brutal sobre la clase media y los trabajadores, dijo ayer el Diputado Nacional por Entre Ríos, Gustavo Bordet, tras reunirse con el exministro de Economía Sergio Massa, el exdirector de la Aduana, Guillermo Michel, y el actual diputado provincial Juan José Bahillo, con quienes analizó el proyecto de la denominada Ley Ómnibus, que se debate en la Cámara Baja nacional.
Les preocupa la falta de definiciones del gobierno nacional sobre los recursos a las provincias para la salud, los programas alimentarios y la obra pública, “Es propio de un presidente que desconoce el federalismo”, coincidieron en sintonía con el reclamo de los gobernadores.
La coparticipación del impuesto PAIS es una alternativa válida para recuperar fondos, dijo una fuente con llegada a uno de los mandatarios del litoral.
El impuesto PAIS se erige así como uno de los puntos de mayor disputa, generando tensiones con los gobernadores.
Actualmente, el impuesto PAIS se ubica tercero en el ranking de recaudación nacional, con ingresos totales por $1,5 billones anuales unos 1875 millones de dólares.
“El 30% de lo recaudado por el impuesto PAIS se debería destina a financiar programas de infraestructura social en provincias y municipios”, reveló un funcionario que maneja las cuentas públicas de un municipio entrerriano, pero las transferencias están suspendidas desde que asumió Milei, según confirmó frente a IP el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio.
“Argumento válido para pedir la coparticipación en lugar de la discreción”, señalan desde la vecina provincia de Santa Fe.
Sin embargo, las dudas sobre el destino final de esa promesa y la luz al final del túnel que supondría la llegada de recursos, se agigantaron esta semana.
Fuentes del palacio de hacienda revelaron la intención de eliminar el tributo tras otorgarle la coparticipación a las provincias a cambio del acompañamiento a la Ley Bases y generar, con superpoderes, ingresos de otra fuente para financiar el equilibrio comprometido con el FMI.
Luis Caputo le dijo al FMI que “Se están logrando avances en el aspecto fiscal, ya que ahora tenemos un superávit primario, coherente con el logro de un equilibrio fiscal general este año”.
“En este contexto, nos comprometemos a utilizar todas las opciones disponibles para respaldar nuestra trayectoria y nuestros objetivos fiscales incluso utilizando nuestra discreción ejecutiva a partir de febrero para normalizar progresivamente los impuestos especiales sobre el combustible” agregó la carta dirigida al FMI en la primera quincena de Enero.
La normalización, entienden desde el interior productivo, contemplaría bajar costos de importación de bienes y servicios a partir de la eliminación del (Coparticipable) impuesto país trastocando así el financiamiento de las provincias.
El incremento del tributo sobre combustibles podría reemplazar al impuesto PAIS y sería una manera de retacear rentabilidad al sector productivo que tiene que entrar a cosechar y volver a sembrar. Una retención encubierta dicen en el campo.
Resuena aún el mensaje de Milei a los gobernadores. Los voy a dejar secos, los voy a fundir….