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sábado, junio 3, 2023
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“Caranchean con la desgracia ajena”

COLUMNA DE OPINION
Ayer se murió una chica de 22 años en un pasillo de un hospital en Santa Fe. En muchos lugares del pais las terapias están colapsadas.

Sectores de la oposición plantean que ellos están a favor de los comerciantes y las libertades y por eso convocan a protestas.

Los comerciantes y las pymes quieren protestar pero no concurren para no hacerles el juego a los políticos opositores que, como siempre, caranchean con la desgracia ajena.

Decir semejante dislate, como si existiera alguien en el mundo en contra del comercio y las libertades.

Nadie quiere la cuarentena, menos el gobierno que culpa de esa misma cuarentena no recauda un peso.

En realidad las restricciones son la única estrategia ante un escenario donde se necesita tiempo para vacunar y baja en los contagios para que el sistema no se sature, y cada vecino pueda ser atendido con dignidad por el sistema de salud. La segunda ola con la suba de contagios puso en riesgo total la situación y por eso el gobierno se vió obligado a este cierre temporal por 9 días.

Los villaguayenses entendimos eso, por ello hasta el día de hoy todo el que necesitó atención sanitaria la tuvo.

No sean incoherentes hablando de los trabajadores de salud y a la vez poniéndolos en riesgo con estas actitudes.

No rompamos ese delicado equilibrio que logramos con un enorme esfuerzo, dolor y pérdidas de vida y por supuesto de ganancias legitimas y necesarias para los comercios.

Ha habido aciertos y errores, los que usaron vacunas sin que les corresponda deberán responder de sus actos ante la justicia.

Los paliativos a esta situación no son convocar a “prender fuego” ni romper la cuarentena, lo que se debe hacer es negociar exenciones impositivas, gestión de programas municipales, provinciales y nacionales. Y sobre todo cuidarnos y vacunar. Esa es la solución más viable a este desastre que aqueja al mundo.

La teoría del “cuanto peor, mejor” desnuda un odio y un rencor político que ya no pueden disimular y que los ha dejado en manos de un par de dirigentes que solo quieren vengarse de sus históricas frustraciones electorales usando legítimos reclamos de la gente que la está pasando mal.

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