El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, tienen que definir en las próximas horas si habilitan el incremento del impuesto a los combustibles para que rija desde el lunes. Se trata de un aumento equivalente a la inflación acumulada del primer trimestre del año. Tendría que haber entrado en vigencia el 1 de este mes, pero para evitar que conspirara contra la intención de la Casa Rosada de mostrar índices de inflación en retroceso, se decidió postergar la decisión.
En el Palacio de Hacienda no tenían aún resuelto qué hacer, si permitir el incremento o volver a postergarlo.
Pero el contexto económico para julio es un tanto diferente. Uno de los componentes del precio del combustible, el tipo de cambio, es más bajo y eso pone a las empresas petroleras en condiciones de absorber el impacto. Se trata de dos tributos que son sumas fijas. Uno es el que graba a la transferencia de combustibles y el otro a las emisiones de dióxido de carbono. En junio se permitió subir este último. Se aplicó un 6,7% de inflación lo que dio un importe de 42 centavos. Las petroleras trasladaron el incremento del costo al cliente y subieron 1,7% sus precios.
De acuerdo con las tablas que maneja la AFIP, el impuesto que debería entrar en vigencia es de $11,11 por litro para el caso de las naftas y de $6.863 para el gasoil y el kerosene. Según estimaron fuentes oficiales, la suba del componente fiscal implicaría un incremento del 1,5% en el precio final, siempre que las empresas decidan trasladar el costo a sus clientes.
El componente impositivo de los combustibles se ajusta en marzo, junio, septiembre y diciembre. Anteriormente, era un porcentaje sobre el precio, pero por la última reforma fiscal se estableció como un monto fijo ajustable por la inflación minorista nacional que mide el INDEC, publica Ámbito Financiero.
Aseguran que si el Gobierno toca un impuesto, petroleras estudian bajar 4%
En medio de la baja del tipo de cambio, una petrolera planteó que si recibieran la señal impositiva que esperan, las naftas podrían bajar hasta un 4% y el diesel mantenerse estable.
Ese 4% es la misma cifra de caída del dólar frente al peso en lo que va de junio. El petróleo crudo Brent, en tanto, se mantuvo estable en la zona de los u$s 64 por barril.
Si el Gobierno no cambia lo establecido, podría suceder que los precios de las naftas desciendan en torno a un 1% y que, al mismo tiempo, suba el gasoil, publica El Cronista.
Consultado sobre el porcentaje de aumento que aplicaría la primera semana de julio, un importante ejecutivo de una petrolera contestó: “No sé si corresponde un incremento en este contexto, depende de cada producto”.