El intendente Sergio Varisco visitó en la mañana de este martes al párroco Orlando Matiassi. El encuentro se llevó a cabo en la parroquia Inmaculada Corazón de María, en el populoso barrio ribereño de Bajada Grande. “Hace tiempo debíamos la visita al padre Matiassi y hoy estamos aquí presentes”, expresó el mandatario paranaense al estrecharle la mano al cura.
Además, Varisco manifestó la intención del Municipio de reconocer su historia de fe y de lucha hacia Bajada Grande y su gente. Por este motivo, durante la amena reunión propuso que una arteria de este barrio lo recuerde llevando su nombre.
Varisco no se ha caracterizado por cumplir las normas. Tanto es así que hasta la Justicia entrerriana tuvo que limitar una designación de una funcionaria por no cumplir con la norma vigente para cubrir cargos que deben ser concursados, tal el caso de quién fuera su garante en la propiedad que se popularizó por estar “colgado” de la luz y que derivó en una denuncia penal en su contra.
Pero fue más allá, hoy prometió ponerle el nombre a una calle de Bajada Grande para homenajear a un ser vivo sin observar que la ordenanza 9076 dice que para ponerle un nombre a una calle, el/la homenajeado/a debe estar fallecido y esperar un tiempo.
La historia de Bajada Grande está íntimamente ligada al padre Orlando Mattiassi, quien por muchos años fue párroco de la parroquia Inmaculada Corazón de María, ubicada en ese barrio. En ese sentido, el mandatario paranaense le manifestó la intención de homenajear su reconocida trayectoria en esta comunidad, proponiendo que una arteria de este sector de la ciudad lleve su nombre.
“Esto forma parte de una visita que le debíamos al Padre Mattiassi, quien tiene una dilatada trayectoria en el sacerdocio y es un homenaje que queremos hacerle”, dijo Varisco agregando luego que “el pueblo de Bajada Grande le debe mucho; no solo en las cuestiones espirituales, que es lo más importante, sino en las materiales”. Más adelante, el Jefe Comunal expresó: “Mattiassi es un verdadero cura de pueblo, que siempre estuvo con el pueblo y por eso pensamos que un lugar físico de Bajada (Grande) debe llevar su nombre y lo debe hacer pronto. Una calle debe llevar su nombre”, enfatizó el Intendente.
Posteriormente, Varisco argumentó esa intención y sostuvo “queremos llevar adelante esta iniciativa, porque la ciudad debe reconocer a sus mejores hijos y él es un hijo predilecto de la ciudad y, especialmente, de este pueblo. La vida del Padre es un regalo de Dios y queremos disfrutarlo”, cerró.
Por su parte, Mattiassi tomó con agrado la iniciativa por este homenaje expresando: “No creo que me queden muchos años. Tengo 86 y quiero quedar en el recuerdo de Bajada Grande. Me complace esta idea que dediquen una calle en mi nombre, no por vanidad, sino porque quiero quedar en Bajada Grande, en el colectivo de los fieles de esta comunidad donde luché hasta hoy. Son 43 años haciendo y deshaciendo, armando y desarmando, y así fue elevándose a las alturas en la provincia y fuera de ella a través de sus fiestas patronales y sus procesiones náuticas, que eran gloriosas con el acompañamiento de la gente, las multitudes”, recordó Mattiassi.
Finalmente señaló que “agradezco al intendente que haya venido, es una distinción para mí y para el barrio de Bajada Grande, en poner sus ojos para dejar este homenaje”.