Un relevamiento dado a conocer a propósito del Día del periodista realizado por el del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) sobre la situación laboral de los y las trabajadoras de prensa arroja datos irrefutables sobre la destrucción de empleo, el cercenamiento de voces y la represión en la era M.
“Desde 2016 se perdieron por lo menos 3.127 puestos de trabajo registrados, solo en la Ciudad de Buenos Aires. De esos, 990 ocurrieron durante 2018 y 288 en lo que va de 2019”, explicaron desde el gremio.
“La trágica cifra se eleva a más de 4.500 en todo el país e implica la pérdida de aproximadamente un 30% de los puestos de los trabajadores y las trabajadoras bajo Convenio Colectivo”, especificaron en un trabajo dado a conocer anoche.
Pero la destrucción de empleos no viene sola. Es que según denuncia el SiPreBA, “Los empresarios aprovechan la situación crítica para precarizar periodistas bajo la figura de colaboradores y free lance. Es así que violan el Estatuto del Periodista Profesional, con la complicidad del Estado: por acción u omisión de la Secretaría de Trabajo, de la Secretaría de Medios Públicos encabezada por Hernán Lombardi, del ENaCom o de la Jefatura de Gabinete, según el caso”.
Por otra parte, el trabajo también dio cuenta de los ataques a la libertad de prensa por parte del aparato represivo del Estado nacional: “desde 2016 a esta parte hubo 28 detenidos y 55 heridos por balas de goma”, detallaron.
“La frialdad de las cifras no transmite cabalmente la dificultad de cubrir acontecimientos vinculados a la protesta social en las calles, pero evidencian que el sesgo represivo tiene un correlato con el ajuste”, advirtieron.
Por último repasaron la paradoja del reparto de fondos públicos a quienes destruyen empleos. “En materia de pauta oficial, para empresas de prensa escrita, los medios más beneficiados son Clarín y La Nación: solo en 2018 recibieron $89.362.123 y $51.345.783, respectivamente. Ambos realizaron este año despidos de una parte significativa de su planta”, concluyeron.