El diálogo intersectorial sincero en el marco del respeto a las diferencias es una de las herramientas fundamentales en la búsqueda de la construcción de los consensos.
Más aún cuando se trata de problemáticas que afectan, condicionan o determinan la vida diaria de nuestros conciudadanos, donde la toma de decisiones configura la fisonomía y el desarrollo urbanístico de nuestra ciudad y su inserción en el contexto regional.
Sin partir desde el posicionamiento desde un lugar en particular (que lo tengo y lo he expresado oportunamente), porque entiendo, modestamente, que ello me llevaría a desvirtuar el eje de mi planteo, es que quiero manifestar mi opinión frente a un comunicado público de la UCR Paraná.
Hoy los paranaenses nos vemos enfrentados paradójicamente por la realización de una obra pública, algo que hace unos años atrás brillaba por su ausencia y parecía imposible de realizar. Claramente existen visiones encontradas con respecto a la misma, como sucede, en general, con toda política pública. Por un lado, están quienes hacen público y notorio su desacuerdo con la misma, y, por otro, quienes, apoyados en la voluntad de los ciudadanos y del Municipio, avalada por la legitimidad política producto del mandato popular y la legalidad expresada en una sentencia judicial, planten avanzar con la obra planificada, presupuestada y adjudicada en función del Plan de obras diseñado y contenido el Presupuesto Municipal el cual fuera aprobado incluso por los concejales de la oposición en el HCD.
En esto punto es importante señalar y destacar el respeto a esa mirada diferente, más aun cuando ella proviene de sectores que desde siempre han sostenido y defendido estos posicionamientos, constituyéndose en una referencia en nuestra ciudad, la provincia y el país.
En dicho orden de ideas, existen argumentos válidos (o, al menos, atendibles) desde ambos sectores, con fundamentos técnicos y científicos, y para desentrañar el asunto se acudió a la justicia. Las sentencias, que con tono contundente avalan la obra, parecen no saldar las discusiones.
Pero lo que amerita un análisis en particular es el cinismo y el oportunismo, de quienes frente a un conflicto que enfrenta a paranaenses con paranaenses, solo les importa el rédito sectorial y mezquino.
Basta recordar el Proyecto de Instalación del Polo Tecnológico en la Reserva Natural del Parque Varisco impulsado por la gestión anterior con el aval de sus funcionarios, hoy devenidos a concejales, que no solo preveía la modificación del estatus de reserva natural, sino la urbanización y venta de terrenos a particulares; la entrega del Parque Botánico a las Concesionarias del Transporte; la venta de inmuebles municipales; el abandono sistemático de los pesos y reservas naturales más importantes como el parque Mutio, La Toma, Gazzano, etc.; la modificación de la ordenanza permitiendo la instalación de barrios cerrados; ponen al descubierto que para ellos la política y la coherencia varía según de qué lado del mostrador estén.
Todo ello junto a la sistemática negación y cercenamiento de toda instancia de participación ciudadana durante la gestión anterior expresada en políticas tales como supresión de presupuesto participativo, veto a ordenanzas que permitían la participación de los vecinos, fueron una constante configurada por un modelo de gestión de espalda a la ciudadanía y sus necesidades.
Y con respecto a la “Manu Militari” a la que hacen referencia, sería bueno recordar una de las tantas veces en que actuó la patota arengada por funcionarios, concejales y el propio intendente Varisco copando el recinto del HCD para presionar a concejales que voten el aumento de pasaje de colectivo y cumplir con las exigencias de sus amigos empresarios; también es válido recordar los constantes ataques contra su propia Vice intendente que originó la denuncia y detención de un Secretario Municipal.
Quizás no lo recuerdan, porque fue más fuerte y vergonzoso la presencia de la policía federal, allanando las oficinas y despachos municipales en el marco de la causa por narco tráfico que terminara con la condena al ex intendente Sergio Varisco, el Ex Concejal Pablo Hernandez, y la Ex Secretaria Griselda Bordeira.
Desde la coherencia y el respeto, se pude disentir, con el debate sincero de ideas y propuestas, podemos construir los consensos. No desde el cinismo y el oportunismo.
Que no nos confundan ni engañen los saltimbanquis y los camaleones de la política.
Por último en un nuevo aniversario del fatídico Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, que diera comienzo a los años más oscuros de nuestra Patria con la dictadura más sangrienta de América Latina y con ella el genocidio, con la detención y desaparición forzada, es que humildemente entiendo que son tiempos de respeto a la diversidad de opinión, de diálogos y consensos, pero también de defensa de la institucionalidad y del mandato popular, donde la defensa y fortalecimiento de la democracia, que tantas vidas nos costó conseguir es una tarea y compromiso de todos y cada uno de nosotros.