El silencio de los representantes entrerrianos hace ruido.
La agroindustria entrerriana atraviesa una crisis estructural que golpea especialmente a los pequeños y medianos productores que no se ven representados por los agro legisladores que accedieron a sus bancas tras los reclamos que el sector impulso durante la presidencia de Cristina Fernández.
Línea UCR Activa, sector interno de la UCR que está en contraposición de la conducción del partido en Entre Ríos afirmó en un comunicado enviado a la redacción de Infoparaná que “en la última década, los avances tecnológicos que debían haber generado progreso han expulsado a muchos agricultores al exigir inversiones inalcanzables”.
Al mismo tiempo señala que “cada año disminuyen los productores independientes y se terminan convirtiéndose en arrendatarios de pulgues de inversión o prestadores de servicios para grandes grupos económicos. Sin embargo, algunos resisten, ya sea por apego a la tierra, razones culturales o simplemente por no querer convertirse en habitantes de pueblos sin oportunidades. La situación actual es crítica”, denunciaron.
Informes de la Universidad Nacional de Entre Ríos y la Bolsa de Cereales confirman que la campaña agrícola no será alentadora.
El sector agrícola, reunido en Villaguay, expresó con desesperación su situación.
Desde el sector habían coincidido en que la presión impositiva, que incluye un pago de ingresos brutos que en otras provincias no se cobra, asfixia a los productores.
Además, desde la linea interna del radicalismo que marca diferencias con la conducción partidaria provincial apuntan contra el estado de la traza vial que impacta negativamente en la movilización de la producción entrerriana.
“El calamitoso estado de los caminos de la producción, que sin lluvias son casi intransitables, en la temporada húmeda serán verdaderas trampas para quienes transportan los frutos de su trabajo”, asestaron.
Al mismo tiempo apuntan contra las medidas del gobierno nacional y al silencio de los dirigentes agrarios que “no la ven” y accedieron a sus bancas con posterioridad al conflicto agrario.
“Las retenciones y el tipo de cambio trazado agravan este escenario. La Nación se lleva a 63,3 pesos de cada 100 pesos de la renta agrícola, y el 67,5 de lo recaudado no es coparticipable, lo que significa una transferencia de recursos millonaria de las economías regionales hacia un gobierno nacional que no reinvierte en infraestructura como, por ejemplo, en los caminos de la producción”, afirman.
“Los antiguos líderes agrarios que encabezaron duras luchas y cortes de ruta, hoy no la ven”, denuncian.
Afirman que “el otrora líder agrario Alfredo de Angelis, ahora es un cortesano prohijado por el PRO, el diputado nacional Atilio Benedetti, que dice ser la cara de la producción, están en espera de la bendición presidencial, soñando con una alianza progubernamental que los lleve como candidatos número puesto nuevamente al Congreso”, afirman.
Más adelante reclamaron que “mientras provincias como Córdoba y Santa Fe alzan la voz contra este sistema injusto, en Entre Ríos, sin embargo, reina el silencio”.
Finalmente, afirman que “sin apoyo gubernamental y con defensores que han cambiado de bando, los pequeños y medianos productores están destinados a desaparecer, absorbidos por pules de siembra y acopiadores que intermedian con grandes exportadores”.