Lanzado el cepo, dos fueron las formas en las que las empresas fueron erosionando las reservas por encima de lo habitual. Por un lado, los importadores compraban dólares al tipo de cambio oficial, adelantando pagos que habitualmente “calzaban” con sus proveedores, bajo la idea de una futura devaluación. La otra es que empresas que mantenían deudas tomadas en el exterior utilizaban las líneas de crédito en pesos a tasas subsidiadas para comprar dólares oficiales y cancelar por anticipado esos préstamos.
A pesar de las medidas, la tendencia declinante de las reservas continuó. Desde mediados de septiembre, el número de dólares de las reservas disminuyó más de u$s1.700 millones. En lo que va de octubre, el saldo es negativo en casi u$s600 millones.
Vistos los resultados, el ministro de Economía, Martín Guzmán, propuso flexibilizar la operatoria del contado con liquidación, darle más liquidez a ese mercado, quizás que los particulares que no suelen hacer operaciones en la Bolsa pueden, con un botón del home banking, comprar o vender títulos valores para generar oferta y demanda de ese dólar financiero. Supone Guzmán que eso le daría un valor más acotado a esa cotización y, por ende, lograría reducir la brecha. Le juega en contra el nuevo impuesto al dólar ahorro, que le pone un piso “alto” a ese objetivo.
Una de las medidas que tomará el ministro de Economía es anular los días de “parking” (cantidad de días que un inversor debe mantener los bonos comprados en su portafolio, antes de poder venderlos) que impuso a los inversores no residentes para hacer contado con liquidación.
Otro de los atajos que buscará el ministro Guzmán en los próximos días fue anticipado por él mismo el viernes, cuando adelantó un proyecto que buscará incentivos tributarios para las inversiones en pesos. Está pensado que se exima del Impuesto a las Ganancias a los activos en pesos que se encuentran indexados con cer, uva, etc, pero también a otros activos en moneda nacional que tengan como objetivo último una inversión productiva.
A la vez, se pensó en una exención del Impuesto a Bienes Personales, las obligaciones negociables, los activos destinados a financiar inversión productiva y participaciones en fondos comunes de inversión y los fideicomisos cuyo activo subyacente sean activos ya eximidos. La lectura obligada es que, a la vez, la propuesta de Economía busca gravar en Bienes Personales a determinadas inversiones que hasta ahora se encuentran exentas y que lo estuvieron desde la creación del impuesto. La lógica es que, para no quedar sujetas al impuesto, tendrían que permanecer en el patrimonio, por lo menos durante 270 días del año (75% de la duración del año), en forma continua o discontinua, o mantenerse desde el 1 de diciembre hasta el mes de mayo del año siguiente (plazos fijos, fondos comunes, obligaciones negociables, depósitos en caja de ahorro son de la partida).
La suba de tasas también fue decisión del BCRA. Subió de 27% a 30% la tasa de interés que paga a los bancos por las operaciones de pases, y que viene trepando desde el 19%. Es un movimiento gradual. Muy. Por otro lado, implementó una reducción de la tasa que pagan las Leliq que tienen las entidades financieras hasta un 37% anual. De esa forma, libera pesos que los bancos van a usar para comprarle deuda al Gobierno, una especie de truco mágico que “transforma” la emisión que el BCRA gira al Tesoro en una especie de pasamanos, primero, con los bancos y son éstos los que financian al Gobierno, lo que podría no interesarles tanto a los bancos si es que se transforma en algo repetitivo y que gana magnitud. También subió del 33% al 34% los rendimientos de los plazos fijos menores a 1 millón de pesos y a los de más de un millón de pesos los pasó de 30% al 32%.