Tras numerosos parches fallidos que no terminaron de solucionar el grave problema de los deudores de créditos UVAs, el Gobierno finalmente decidió subsidiar el diferencial en las cuotas que se amplió notablemente desde la crisis cambiaria del año pasado.
En concreto, la compensación estatal se dará en aquellos casos que entre octubre del 2018 y diciembre de este año, hayan tenido aumentos en sus cuotas por encima de 10 puntos porcentuales de lo que hubiera resultado actualizarla por el índice de salarios (CVS).
Se trata de una nueva decisión contraria a la filosofía económica de Cambiemos, que desde el lanzamiento del plan Primavera impuesto por los radicales ha venido anunciando medidas más emparentadas a la gestión kirchnerista como controles de precios, tarifas congeladas, el programa Ahora 12 y subsidios a la compra de autos.
Desde el Ministerio de Interior destacaron que todavía falta cerrar algunos detalles, pero la idea es crear un fondo de cobertura administrado por BICE Fideicomisos que facilite el pago de las cuotas de las familias de sectores socioeconómicos bajos y medios que hayan tomado créditos a fin acceder a una vivienda familiar, única y permanente.
Para ello, los únicos beneficiarios serán aquellos que hayan tomado créditos que, al momento del desembolso, no hayan superado el equivalente en pesos de 120.000 UVA, que hayan destinado ese crédito a la adquisición de una vivienda con un valor de compra o tasación inferior a las 140.000 UVA y que en la actualidad no sean propietarios o copropietarios de otro inmueble.
Una vez validados estos requisitos tras la presentación de una declaración jurada, el solicitante deberá agregar una copia simple del testimonio de la escritura de compra del inmueble del que resulta el precio de compra. Allí, se desembolsará el total de fondos necesarios que surja del mencionado diferencial entre inflación y salarios a cada banco, quienes deberán remitir mensualmente un régimen informativo.
Para los créditos ya otorgados, ProCreAr realizará un aporte equivalente a 1,5% por cada una de las cuotas ya pagadas y otro equivalente al valor presente del 1,5% de todas las cuotas restantes. En cambio, los nuevos créditos requerirán un aporte mensual obligatorio del 1,5% del monto de la cuota que será cobrado por separado.
“Este 1,5% que trae aparejado este nuevo subsidio implica un costo que encarece el crédito de los nuevos solicitantes. Sumado a la suba de tasa general del sistema bancario, representa un aumento tal que terminará igualando el costo del crédito UVA a lo que era un crédito estándar previo a este plan”, enfatizó el analista financiero Christian Buteler.
“Es un retroceder sobre sus pasos que deja en claro que este tipo de créditos que indexan por inflación son un riesgo tan grande en un país como la argentina que al tercer año de ser lanzados ya tuvieron que ser subsidiados”, agregó.