Alberto Fernández se muestra confiando tras el debate y encarando la última etapa de campaña. Luego de finalizar con los dos debates presidencial, el lunes se dirigió a Mauricio Macri, al decir: “quiero pedir que no maltrate a los argentinos si el resultado es adverso y que libere el dólar, como hizo después de las PASO según consta en una denuncia judicial”.
Con esas declaraciones demostró el panorama que puede ocurrir el lunes 28 de octubre en caso de ser electo presidente. ¿Su prioridad? que no se produzca otra devaluación y alejó fantasmas de quienes esperaban mayor presión sobre el Gobierno para que “sincere el tipo de cambio” antes del 10 de diciembre.
Uno de los pedidos del candidato es que el Banco Central cuide las reservas, en un reportaje radial se refirió al tema: “Es lo único que le pedí a Macri cuando hablamos después de las PASO, pero igual siguen vendiendo. Parece que lo hicieran a propósito”.
Sin dudas las declaraciones de Fernández dejan ver que la transición no sería sencilla en caso de ganar en primera vuelta con al menos el 45% de los votos.
El actual Gobierno ha intentando en los últimos meses cuidar las reservas y mantener un “equilibrado” precio del dólar al dejar subir un poco el precio y al mismo tiempo soporta una caída de reservas. Si el Banco Central dejara de vender, entonces cuidar su stock de divisas pero el dólar se escaparía notoriamente.
Entre las opciones para cuidar las reservas y el dólar se encuentra el de volver rígido el cepo y que reduciría sustancialmente la pérdida de reservas y sería fácil dominar el tipo de cambio. Pero, habría un problema que es el que más gente no podría tener acceso al mercado cambiario y terminaría presionando aún más la cotización en otros mercados. Aumentaría el dólar “libre” y también el que surge de las operaciones bursátiles, es decir el “contado con liquidación”. El tipo de cambio ya creció hasta rozar los 75 pesos en estos mercados.