“Este flujo representa más del 30% de la producción mensual y todo indica que los envíos seguirán creciendo y por ende que la importancia del sector externo se profundizará en el 2020, de no haber intervenciones en el mercado”, sostuvo en un informe el economista Juan Manuel Garzón, del Instituto Ieral de la Fundación Mediterránea.
Explicó que “si la producción de carne no crece el próximo año, la disponibilidad para el mercado interno se reducirá casi con seguridad, y la mayor competencia por el producto (ahora más escaso) exigirá un ajuste (ascendente) de precios para equilibrar el mercado”.
“Su intensidad dependerá de cuánta carne menos se vuelque al consumo, de cómo se encuentre la actividad económica en general y también de lo que puedan aportar las carnes sustitutas”, añadió.
Garzón sostuvo que “por caso, no resultaría complejo incluir en la tarjeta alimentaria que propone el nuevo gobierno una suma adicional que compense un aumento de precios de carnes”.