se trata el aprendizaje para una vida en libertad.
No sé el cómo, no sé el cuánto. Sólo sé que es tiempo de pensar si los accesos indiscriminados a mundos sin redes de contención, sin valores morales, donde el reto es el valor y no la virtud y la vida, donde el tiempo real es la adrenalina, todo ese mundo nuevo que arrastra, que empuja fuerte y rápido, es el mejor para crear adultos sanos .
Como sociedad y como Estado debemos entender y asumir -sin cortapisas- nuestra obligación de garantizar el mejor futuro posible para estas generaciones que están siendo estimuladas, cuando no acosadas, por desafíos desconocidos que parecen no ser los mejores para la vida.