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jueves, abril 18, 2024
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Megajuicio: Testigo aportó datos claves para Fiscalía pero quedó cuestionado por su incumbencia

El perito de Fiscalía Guillermo Fritz declaró durante más de seis horas en una nueva jornada del Megajuicio que se le sigue adelante al ex gobernador Sergio Urribarri, ex funcionarios y particulares por peculado y negociaciones incompatibles.

Como perito informático de Fiscalía aportó elementos que la acusación utilizará para sostener su caso, pero fue cuestionado por las defensas por su incumbencia (es bioingeniero) y su capacidad técnica.

El testigo concurrió para introducir ante el Tribunal los informes de las pericias informáticas que realizó la Fiscalía sobre computadoras, notebooks, netbooks, pen drives y discos externos secuestrados en distintos procedimientos de algunas causas que se juzgan en esta audiencias.

Fritz, quien a pesar de que es bioingeniero firmó como “ingeniero” todos sus informes, es titular del laboratorio de análisis informático del Gabinete de Informática Forense del Ministerio Público Fiscal. Según sus dichos, ingresó a Fiscalía luego de haber presentado un currículum en 2014, catorce años luego de haber obtenido su título de grado y de haber hecho capacitaciones en materia forense, manifestó. Pero según El Diario, Fritz habría ingresado al Poder Judicial por la relación de amistad que uniría a su pareja con la procuradora general adjunta, Cecilia Goyeneche.

Durante la primera hora de la mañana el testigo estuvo detallando el contenido de su programa de estudio de grado, el postgrado que realiza en la Universidad FASTA (Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino) de Mar del Plata y otras capacitaciones. El interrogatorio de Fiscalía sobre este punto estuvo centrado en sostener la idoneidad técnica del testigo, a fin de evitar revivir lo que pasó con Victoria González Brunet, una contadora puesta por la acusación a entrecruzar llamadas.

Materiales

Dentro de los elementos que quedaron expuestos ante el Tribunal de Juicio que integran José María Chemes; Elvio Garzón y Carolina Castagno, Fritz mostró dos elementos que obtuvo de las pericias que realizó sobre el material informático secuestrado.

– El elemento más relevante fue un archivo Word titulado “Contradocumento”. Escrito a manera de un contrato entre partes, contiene cláusulas en las que se expresa que las empresas TEP y Next serían de propiedad de Juan Pablo Aguilera.

Este dato está en el centro de la teoría del caso de Fiscalía, que considera que las firmas no pertenecían a quienes figuran como sus verdaderos dueños (Maximiliano Sena; Emiliano Giacopuzzi y Alejandro y Luciana Almada) sino al cuñado del ex gobernador Urribarri.

Pero el documento está en formato digital, sin firmas y con datos incompletos: no está el número de DNI de Aguilera, por caso, pese a que momentos antes se había mostrado una captura digitalizada del documento; tampoco hay cifras de la operación ni fechas.

De los metadatos se pudo saber genéricamente que fue hecho el 15 de abril de 2014 y reformado digitalmente el 16 de julio de ese año. El creador es un usuario denominado “Juan”.

Cuando en el contrainterrogatorio el abogado defensor Miguel Cullen le preguntó cómo se forma el metadato, Fritz relató que el programa Word toma el nombre de usuario que se utilizó en la instalación del sistema operativo (Windows 7, en este caso). El letrado planteó como ejemplo si una computadora que él deja de utilizar y se la da a su secretario conservaría el usuario anterior. “Sí”, fue la respuesta del testigo.

– El segundo es un archivo de Excel encontrado en un disco externo (cuya legitimidad las defensas cuestionan) donde hay un texto y montos de dinero. Está titulado como “Devoluciones” y refiere a supuestos giros de plata de Gerardo Caruso, el concesionario del Parador de Mar del Plata, hacia Aguilera.

El detalle que contiene abonaría una parte de la hipótesis fiscal en este tramo de la investigación: que el Parador sirvió para financiar la campaña de Urribarri a la presidencia. La otra es que el evento fue una excusa para promocionarlo como candidato.

Pero cuando el abogado defensor del empresario, Emilio Fouces, consultó al perito sí podía explicar cómo llegó ese archivo al disco y quién lo había confeccionado, Fritz no pudo responder con certeza. El documento tampoco tiene firmas.

– Se mostró además un archivo en el que detallan carteles de ruta donde se distingue entre “reales”, “según orden de publicidad” y “falsos”. El Ministerio Fiscal también acusa a ex funcionarios y particulares de fraguar publicidad oficial y usar esos fondos para fines particulares.

Bajo sospecha

Las defensas plantearon en la etapa de la investigación penal preparatoria una serie de cuestionamientos sobre el rol de Fritz y su capacidad técnica para entender en materia informática.

En el centro del cuestionamiento está que Fiscalía usó un profesional propio (y que no deja de ser un perito de parte con interés en el resultado de la causa), dejando de lado lo dispuesto en el Código Procesal Penal que ordena que los peritajes deben hacerse con profesionales del Superior Tribunal de Justicia, a fin de garantizar ecuanimidad.

El juez de Garantías, Ricardo Bonazzola, pateó hacia la instancia de debate en juicio la cuestión de si Fritz está o no preparado profesionalmente y si su informe es o no parcial. Por eso se llegó a esta instancia con el testigo cuestionado.

En el cuestionario de las defensas, Fritz debió reconocer que no tuvo a la vista la autorización legal del juez de Garantías para realizar los procedimientos que llevó adelante (condición sine qua non par que tengan legalidad y validez) y confesó que confió en que Fiscalía contaba con ese requisito.

Lo propio hizo con la notificación a las defensas para que controlen esa operación. Fiscalía había asegurado que se las convocó, pero que no asistieron ni enviaron testigos. La contraparte tiene una versión distinta: nunca se los notificó.

También concedió que no aplicaba el Protocolo Unificado de Ministerios Públicos (PUMP) un esquema generado por el Ministerio Fiscal de la Nación y los provinciales para custodia del material informático, pese a haberlo leído en alguna oportunidad.

Al respecto, se le señaló que el disco rígido externo encontrado en una casa vecina a la sede de las empresas TEP y Next en calle Racedo había llegado al Laboratorio forense en una bolsa de plástico, algo contraindicado en el PUMP que reclama para este tipo de artefactos bolsas antiestáticas o de papel madera.

Más dudas

La participación que tuvo en el allanamiento de TEP y Next y la ruta que siguió el disco rígido hasta llegar a sus manos fueron otras de los aspectos que quedaron cuestionados.

Pese a haber dado detalles de todos los pasos para controlar la seguridad del material informático incautado en ese operativo, Fritz reconoció que manipuló antes del secuestro y de que establezca la cadena de custodia la computadora personal de Giacopuzzi y otra que estaba en la mesa de entradas de las empresas.

Además, relató que se enteró de que el disco había sido encontrado cuando terminó el control de correos electrónicos en esas computadoras. Y que la primera vez que lo vio fue cuando llegó a su gabinete.

El oficio para que inspecciones ese material le llegó el 25 de agosto de 2016 por lo que aseguró que el ingreso del material se dio ese día o luego. El allanamiento fue el 1 de agosto. El 2, la Policía Federal le consultó al Ministerio Fiscal qué hacía con todos los elementos y la respuesta fue que la conserve entre 24 y 48 horas antes de remitirlo a los investigadores. Fritz hizo el peritaje el 5 de septiembre.

Fuente: (APFDigital)

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