La reactivación de la producción industrial deberá esperar hasta el 2020: en lo que va del año, todos los sectores manufactureros están en terreno negativo, con caídas pronunciadas en vehículos (24% interanual), maquinaria y equipos (21%), textiles (14%), industrias metálicas básicas (10%) y plástico (10%), entre otros.
Este desplome se da en un escenario de fuerte retroceso de la demanda interna por caída del poder adquisitivo del salario, tasas de interés muy elevadas para apalancar la producción e impulsar exportaciones, y una volatilidad cambiaria que complica el proceso de producción.
Un informe de Ecolatina destaca que “las perspectivas para la actividad industrial no son alentadoras”, a partir de la aceleración de la inflación tras las PASO, que “no deja posibilidades de que el salario real pueda percibir mejoras los próximos meses”.