Marcelo Quiroga, presidente del Centro Comercial e Industrial de Paraná, y miembro de CAME, señaló que le resulta difícil comprender cómo el gobierno toma decisiones que afectan al sector privado sin considerar las consecuencias y efectos colaterales.
Mencionó específicamente “la fijación de topes de precios para ciertos productos y servicios, al mismo tiempo que se aumentan los salarios sin tener en cuenta el presupuesto de las empresas”. Esta situación, según Quiroga, “pone a los empresarios en una situación delicada y dificulta explicar a los trabajadores por qué no pueden cumplir con los nuevos requisitos.
“El comercio minorista ha experimentado una disminución constante en las ventas durante los últimos siete u ocho meses, y el ticket promedio de compra ha disminuido. Muchos comerciantes se enfrentan a la realidad de ver a los clientes dejar productos en los carros de compra debido a la falta de capacidad para financiarlos con tarjetas de crédito debido a los límites establecidos”, dijo Quiorga
Una de las preocupaciones más destacadas por el dirigente empresarial, fue el impacto de los bonos salariales impuestos por el gobierno en medio de la crisis económica. “Estos bonos, que se suman a los aumentos de salarios, están poniendo a muchas empresas al borde de la quiebra”. Marcelo Quiroga compartió que algunos comercios están considerando reducir las jornadas laborales y, en algunos casos, cerrar turnos nocturnos en estaciones de servicio, lo que podría resultar en despidos y una mayor crisis económica.
En cuando a la inflación, Quiroga mencionó que el comercio minorista no tiene un papel determinante en su aumento, ya que la cadena de precios involucra a otros actores, como distribuidoras y fabricantes. La alta carga impositiva y la falta de previsibilidad en la economía argentina también contribuyen a la difícil situación de las empresas.