Sufre. Resiste. Se sacrifica. Combate. Golpea. Se la banca. Y hasta soporta un penal de VAR (una mano de Tagliafico para la polémica) que tapa Rulli, pero que le arrebata el triunfo en el final. Así fue la historia. Así cerró Argentina la fase regular de las Eliminatorias, con un 1-1 valioso, pero más que nada, con otra exposición de carácter y una nueva exhibición de equipo a pesar de los cambios. Así, entonces, alcanzó el récord invicto de 31 partidos de la era Basile, hizo goleador a Julián Álvarez en su debut como titular y terminó la clasificación con chapa de candidato. Qatar, allá vamos…
Ojo, es cierto, en varios pasajes del partido la Selección la pasó mal con Ecuador. En otros, más que mal (sobre todo por la banda de Montiel y Martínez Quarta). Pero el equipo está en un punto de madurez, con un umbral de dolor tan alto, que supo sacarlo adelante. Y arriba, asoma iluminado. Esta vez le tocó a Julián sacarle provecho a la varita mágica de Scaloni y a la zurda encantada de Messi, quien armó la jugada con De Paul y con Mac Allister que terminó en centro de Tagliafico y el gol del 9.
A partir de ahí, la Selección recuperó algo de su juego. Y de su aplomo. Al toque corto entre Messi, Paredes y De Paul, un sello distintivo de este equipo, se le sumó la presión y el sacrificio de Mac Allister, en una versión mejorada a la que tuvo en la Bombonera. Eso, más la solidaridad de Nico González y el esfuerzo de Julián para ir y venir por la banda (porque sí, el “chico de moda” jugó de extremo derecho y no de nueve), cambiaron un trámite adverso en un escenario favorable.
Con la victoria en la mano, la Selección también mostró oficio para planchar el partido. Sí, todo lo que Ecuador desbordó, llegó y amenazó en el primer tiempo, Argentina lo desactivó en el segundo. Congeló el ritmo, manejó psicológicamente la ansiedad de su rival y ahí mismo, parecía tener el desarrollo controlado.
Luego, llegaron los cambios: primero Palacios por Alexis, que terminó esta doble fecha con serias chances mundialistas. Angelito Correa por Julián Álvarez, que se llevó un gol en su debut como titular y un abrazo inolvidable con Messi. Y por último, Guido Rodríguez por Paredes, Ocampos por González y Foyth por Montiel, de flojo encuentro en general. Pero Argentina se mantuvo en la misma tónica: cerró caminos e intentó resistir en el fondo, con una buena actuación de Rulli, la sorpresa de Scaloni. Hasta que…
Llegó la jugada del final. Aislada, desconectada del contexto, desafortunada. Un penal de VAR que el árbitro Raphael Claus tuvo que revisar varias veces y que, aún así, sancionó por mano de Tagliafico. Rulli lo tapó, pero no alcanzó a detener el rebote de Valencia. Ecuador le sacó el triunfo en el minuto, pero no el lugar en la historia a este equipo de Scaloni, que llegó a los 31 partidos sin perder y va por más. ¿Cuánto falta, Qatar 2022?