En el medio de una Venezuela sumida en la incertidumbre, la Argentina sufriendo una crisis política, económica y sobre todo social, el caos en Bolivia por las irregularidades en las elecciones y Ecuador encendida por el combustible, se suma Chile, que transita un estado de emergencia debido a una rebelión violenta contra una suba en el boleto del transporte público. Latinoamérica da que habla en estos tiempos y lo que queda es buscar una solución basándose en entender el qué, el cómo y el por qué.
Miguel Ángel Pichetto denunció que existe una clara maniobra internacional “en cadena” detrás de las protestas en Chile que hasta ahora dejaron un saldo de 15 muertos. Una estrategia de desestabilización internacional del dictador Nicolás Maduro, con ayuda de Cuba, detrás de las protestas que se están produciendo en el país vecino.
“Hay un proceso de desestabilización en la región con injerencia venezolana-cubana”, sentenció Pichetto y aseguró que “la dictadura militar en Venezuela, en sociedad con Cuba, está avanzando en otros países de latinoamérica”.
Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, confesó estar contento por lo que sucede, al ver “la brisa bolivariana que recorre la región”.
Por el contrario, Pichetto se mostró muy preocupado si la situación se transforma en una revolución más grande: “Lo que está pasando en Chile, el motivo es algo muy nimio, sin embargo ha derivado en desórdenes de envergadura”. Además, advirtió que no hay que dejar de lado lo que pasó ayer en el consulado de Chile en Argentina.
“Hay un tufillo cubano en la Argentina que se percibe en distintos lugares de latinoamérica y que hay procesos organizados de cierta desestabilización. Hay que seguir atentamente algunos discursos de Cabello y Maduro. Inducen a pensar en un acontecimiento en cadena y organizado”, alertó.
Para Pichetto, “hay hechos que requieren frente al proceso de esta dictadura en Venezuela una definición política de los candidatos a presidente que sea categórica. Estamos frente a una dictadura militar que está en sociedad con Cuba y que están avanzando en procesos de desestabilización en otros países latinoamericanos”.
Santiago y la mayoría de las 16 regiones de Chile se encuentran en estado de emergencia y 10.000 militares y policías están conteniendo las violentas protestas, que podrían recrudecer, ya que la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), el sindicato más poderoso de Chile, y otras 18 organizaciones sociales convocaron huelgas y movilizaciones para el miércoles y jueves en la capital de ese país.