El presidente Alberto Fernández está “muy preocupado” por la forma en que se expandió nuevamente la enfermedad en el país. Según datos oficiales, hay circulación comunitaria de coronavirus en 13 provincias.
El jefe del Estado evaluó con los gobernadores la posibilidad de volver algunas ciudades y distritos al Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO).
El Presidente les planteó a los gobernadores su “preocupación” por cómo se ha expandido el virus.
Fernández hizo un repaso de la situación, que aún “no es crítica”, pero genera mucha inquietud la velocidad que tomó en los últimos días. “Si el virus nos saca un metro de ventaja nos cuesta mucho contenerlo”, les dijo el mandatario a los jefes provinciales.
El mapa de la Argentina, que cada dos semanas presenta el Presidente, ya queda con cada vez menos espacio en blanco. Hoy, cuando haga la presentación a las 12, junto al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, este será el principal foco de su exposición. No habrá una definición de Nación, sino que serán los mandatarios provinciales, en acuerdo con el gobierno nacional, los que avanzarán en cada una de las decisiones.
A la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, se agregaron otras 11 provincias en las que hay una circulación activa del virus: Córdoba, Entre Ríos (Paraná), Chaco, Río Negro, Jujuy, Neuquén, Mendoza, Santa Fe, La Pampa, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Para definir la situación en las diferentes provincias de la Argentina, Alberto Fernández se comunicó con las gobernadoras de Río Negro, Arabela Carreras, y de Santa Cruz, Alicia Kirchner, y los gobernadores de Santa Fe, Omar Perotti; Jujuy, Gerardo Morales; La Rioja, Ricardo Quintela; Mendoza, Rodolfo Suárez; Salta, Gustavo Sáenz; Entre Ríos, Gustavo Bordet; Santiago del Estero, Gerardo Zamora; Córdoba, Juan Schiaretti; Tucumán, Juan Manzur, y Tierra del Fuego, Gustavo Melella.
Hubo en esa videoconferencia voces de todos los abanicos, pero en todas imperó la preocupación generalizada por el avance del COVID-19 e incluso Morales, referente del radicalismo, alertó que no compartía la idea de la marcha del lunes a en contra de la cuarentena convocada por referentes opositores, publica La Nación.
Por su parte, el gobernador de Mendoza planteó sus dudas respecto de si la gente va a obedecer y acatar la nueva etapa de cuarentena después de 150 días de aislamiento, mientras que su par de Salta expresó preocupación por los casos que se registraron recientemente en la ciudad de Tartagal.
A su turno, el gobernador Bordet sostuvo que las complicaciones en su provincia están en Paraná: “Tuvimos un pico que nos obligó a dictar la circulación comunitaria. Los casos subieron notablemente pero se amesetaron estos últimos días. Hubo relajamiento y tuvimos que bajar al máximo los niveles de circulación”, explicó.
Desde Santa Cruz, la gobernadora Alicia Kirchner mencionó que Río Gallegos está con problemas y se mostró favorable a seguir en el aislamiento sin la mínima flexibilización. “Tenemos que controlar mucho los que ingresan por nuestras rutas, no nos alcanza el personal para controlar”, aseguró, por lo que pidió más refuerzo de la Gendarmería para los controles.