El gobierno de Javier Milei está siguiendo la misma estrategia que en la campaña. Siguen una fórmula de tres pasos en tres días para dominar la agenda mediática y ahora trasladada a la política.
La estrategia funcionó así: el primer día, hacen una declaración escandalosa, o publican un vídeo viejo diciendo algo rimbombante que se convertirá inmediatamente en viral.
El segundo día, se sientan y escuchan a los periodistas criticar sus declaraciones, a menudo con datos masivos, y aburridos.
El tercer día, atacan a los medios de comunicación, afirmando falsamente que los han tergiversado, o que son víctimas de una campaña de desprestigio.
Luego, apenas el escándalo desaparece de las primeras planas, al cuarto o quinto día, sacan de la galera una nueva declaración escandalosa, y el ciclo de tres días vuelve a empezar. Fue la síntesis de una campaña “austera”.
Hoy el juego pasa por la política. Funcionarios con supuesta capacidad de tomar decisiones convocan a dirigentes políticos con funciones a sus despachos, los escuchan, les prometen oír sus reclamos y, acto seguido, les incumplen la promesa.
Hoy la duda y la desconfianza que hay sobre el accionar del gobierno, atraviesa los distintos niveles de la sociedad.
Los gobernadores anuncian las promesas que en menos de dos horas pasan a ser falaces. El gobierno está logrando su cometido. Desgastar para controlar. Los gobernadores son la casta, dicen para justificar el accionar.
Los sectores económicos afectados por las decisiones del gobierno central dudan. ¿Les mienten o volvió la banelco?, se preguntan.
Evidentemente, Milei y su equipo, lentamente, van logrando su cometido. Generar solo desconfianza para controlar con un absolutismo sin precedentes el advenir de los argentinos.
La teoría de los tres días se adaptó. El primer día prometen, el segundo desmienten y el tercero se victimizan. Pretenden hacer creer a la sociedad que la casta es la que cobra o miente deliberadamente para lograr su propósito sin pagar costos políticos.
El segmento de los biocombustibles tiene mucho para el análisis y revela la aplicación de esa práctica.
Sectores políticos entienden que el gobierno busca generar el contexto para avanzar con el hiper ajuste necesario anunciado por el vocero presidencial si no se aprueba la norma esperada.
Generar conflicto podría derivar en una falta de acompañamiento que ya fue consensuado.
Estamos frente al tercer día. La victimización para justificar el accionar.